El Padre llegó a Simiatug en mayo del 1980, la Cornelia en junio del 1986. Los dos inspirados por Mons. Leonidas Proaño; los dos soñando y queriendo un ´mejor Vivir´ para la gente oprimida material- y síquicamente; los dos cayendo a unas condiciones rebeldes, infrahumanas, racistas, fruto del hacendado y oligarquismo reinantes en esos tiempos: Indígenas que a uno le besaban los pies; so-dichos ´blancos´ que vivían a expensas de las familias indígenas; una ausencia total de mujeres-indígenas en la vida pública; niñas y niños que corrían gritando a esconderse cuando se les acercaba…: explotación, maltrato, omnipotencias, discriminación, falta de democracia, machismo…, por todo lado y a todos los niveles. Además, unos vacíos, caimos en tiempos de transición que hacía difícil la comunicación: un analfabetismo casi generalizado y la pérdida de su idioma-vital, el Kiwcha.
El Padre, con las comunidades-nacientes, la Fundación Runacunapac Yachana, donantes de su pueblo, de Italia, Suiza, y los compañeros que ahora son el Comité de Desarrollo Integral ´El Cielo en la Tierra´, construyó escuelita tras escuelita, Casa Comunal tras Casa Comunal, capilla tras capilla, lo que actualmente redunda con las instituciones guber-namentales en que cada comunidad de la Región-Simiatug tenga su buen sistema educativo. Sanó estructuras insanas creando responsabilidades en las comunidades, líderes, personalidades; iba atendiendo con sacramentos y obras en las comunidades. Se preocupó de las viabilidad: a Ambato, a la Costa; de que las Organizaciones tengan espacios para ser y crecer; con Mama Susana Granja salía ayudando a las compañeras a que den a luz; sacaba accidentados a los hospitales; daba y daba a los que necesiten: pan, plata, ropa, remedios y consuelo… Siempre al servicio de la Vida…
Yo también: de la Vida, de la alegría y de la dignidad, ante todo de las mujeres doblemente víctimas de sus condiciones históricas y dentro de la familia. Soy pintora, mi lenguaje es la imagen y el mundo de los colores; lo que se presta en un mundo careciente de idioma. Pinté en capillas, elaboro material didáctico adaptado a sus aptitudes, combinado con muchas ilustraciones, muchas fotos… a que sean ellos, los protagonistas de su vida tanta comunitaria como personal. Organicé las mujeres; era un proceso muy lento; recién las jóvenes de esta generación están superando los modelos-interiorizados de menosprecio y dependencia. Ya se pronuncian, ya no se dejan intimidar y violentar por su entorno, y son más fieles a sus raíces culturales y en mantener lo colectivo y lo familiar: o sea: el futuro. Percibo que las mujeres son el motor del Desarrollo de la Región-Simiatug, ¡me encanta trabajar entre ellas!
Juntas hicimos y hacemos cosas bellas: las Artesanías ´artSIMIATUG LLAKTA´ de fama mundial; fuentes de ingresos-familiares con los recursos de sus vidas y talentos, con sus cultivos, sus animales, sus capacidades-organizativas y las riquezas-turísticas y culturales de sus familias y comunidades. Hemos hecho muchísimo el Padre y yo: una actividad llamándole a otra necesidad sin que éstas no se acaben nunca. Por su edad, el Padre ya no puede tanto, ¡qué suerte den una mano ahora ustedes y estén siguiendo con estas obras soñadas y tejidas desde 30 años! Con las fuerzas locales, ecuatorianas, simiateñas, con la gente y sus capacidades que hemos ayudado a criar el Padre y la Cornelia. ¡Muchas gracias!
Simiatug, 2019







